El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido uno de los dirigentes israelíes más controvertidos de la historia del país.
Nacido el 21 de octubre de 1949 en Tel Aviv, con 14 años se fue a vivir a Pensilvania, Estados Unidos, debido al trabajo de su padre que era profesor de historia.
Cuatro años más tarde regresó a Israel e ingresó en el ejercito donde destacó formando parte de un comando especial de las fuerzas israelíes y alcanzó el rango de capitán. Durante esta época Netanyahu, cuyos dos hermanos, también formaron parte de este tipo de comandos especiales del ejercito israelí y son considerados héroes de guerra, participó en misiones secretas e incluso en el rescate de un avión de la aerolínea Sabena secuestrado en 1972.
Cuando dejó el ejercito trabajó como consultor de empresas en Boston, de nuevo en Estados Unidos.
Netanyahu es por tanto un hombre en el que se une el espíritu de un luchador con la visión de un neoliberal y la buena relación con el gigante americano. Estas cualidades le hicieron comenzar una meteórica carrera en la política donde, primero como diplomático y luego como miembro del partido Likud, se conviertió en 1996 en el primer ministro más joven que había tenido nunca el país.
Ese primer mandato duró hasta 1999 y, en tan sólo tres años destacó en la esfera internacional por su impulso neoliberal a la economía israelí, y su visión derechista y controvertida sobre el conflicto con el pueblo palestino.
Aunque al fin de este primer mandato, las posibilidades del dirigente de volverse a colocar al frente de Israel parecían casi nulas, el fénix renació de sus cenizas y , a pesar de las acusaciones de robo y soborno en las que se vieron involucradas tanto él como su esposa, en 2005 volvió a ponerse al frente de Likud, partido con el que ganó nuevamente las elecciones en 2009.
En estas elecciones el Likud obtuvo 27 escaños en la knesset (asamblea israelí), uno menos que el principal rival, Kadima, liderado por la actual ministra de justicia, Tzipi Livni. Sin embargo, sumando a los partidos de derecha y a los ultraortodoxos, Netanyahu obtuvo mayor apoyo que ésta para formar gobierno, logrando que 65 miembros de la asamblea lo recomendaran ante el Presidente, Shimon Peres quien lo designó primer ministro.
Desde entonces, Netanyahu ha continuado siendo un primer ministro hábil y controvertido en todo lo relacionado al conflicto con Palestina. Ha aupado a importantes puestos de su gabinete a personas que públicamente han afirmado considerarse enemigos de “la idea de un estado palestino”, como su actual ministro de exteriores, Avigdor Lieberman. Asimismo, el líder se ha mostrado más que reticente a ceder territorio a los palestinos pese a las presiones de la comunidad internacional y Estados Unidos para que logre un acuerdo de paz. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo amenazó con intensificar la represión contra los palestinos que traten de atentar Israel.
BENJAMIN NETANYAHU
TZIPI LIVNI
Es la mujer más poderosa de Israel. En las manos de Tzipi Livni, actual ministra de justicia está negociar una reconciliación con el pueblo palestino y resolver un conflicto que dura ya más de 50 años.
Abogada de profesión, Livni entró tarde en política, concretamente en 2001 de la mano de el fallecido Ariel Sharon y desde entonces ha ocupado las carteras de los ministerios de Exteriores, Cooperación Regional, Agricultura y Desarrollo Rural y Justicia.
En 2009 perdió las elecciones frente al actual presidente Benjamin Netanyahu a pesar de que su partido, Kadima, consiguió mayoría simple. Sin embargo, Livni es una mujer que se repone rápido de los fracasos y la meteórica carrera que ha tenido desde entonces en el gobierno es la mejor prueba de ello.
No en vano, antes de dedicarse a la política, la ministra realizó otro meteórico ascenso en el ejército israelí, donde llego a ser teniente y trabajó para el Mosad, el servicio de inteligencia israelí, a principios de los años 80. Los detalles de su labor en esta entidad son, a día de hoy, secreto de estado pero Livni es una mujer que no deja indiferente a nadie y las especulaciones han estado presentes desde sus primeros pasos en la política. Se han publicado informaciones de todo tipo, desde que se dedicaba a matar terroristas palestinos en Europa hasta que se encargaba de los pisos francos de los espías.
De los que sí que no cabe duda es que Tzipi Livni es una mujer dura, resistente. Perteneciente a la primera generación de israelíes (sus padres fueron una de las primeras parejas en casarse en Israel, poco después de la creación del estado) su perfil ha ido moderándose con los años de la derecha hacia el centro y las decisiones pragmáticas respecto al conflicto, lo que le ha ganado la responsabilidad de tratar que éste llegue a su fin. Livni, que se ha declarado públicamente partidaria de mejorar las condiciones de vida de los palestinos en la Cisjordania ocupada y de la creación de un Estado palestino, se enfrenta ahora al reto más difícil de su carrera.
MAHMOUD ABASS
"El pueblo palestino tiene derecho a expresar su rechazo a la ocupación por métodos populares y sociales, pero utilizar las armas hace daño y es algo que debe parar".
A Mahmoud Abass, sucesor del carismático líder Yasser Arafat le ha tocado un difícil papel que afrontar como presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Nacido en 1935, cuando Palestina aún se encontraba bajo control británico, Abass es uno de los pocos sobrevivientes del movimiento al-Fatah, una organización político militar dirigida por Arafat y enmarcada dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Cabe destacar que al-Fatah ha sido acusada de ser una organización terrorista en varias ocasiones por acciones como el asesinato de 11 deportistas israelíes en los juegos olímpicos de Munich en 1972
.Alejado ya de esta organización, en Mahmoud Abass destaca su vida ordenada y simple. De carácter pragmático es uno de los principales impulsores del diálogo de paz entre israelíes y palestinos, ya desde los años 90. Licenciado en derecho en Egipto y doctorado en Moscú, su perfil de intelectual le mantuvo siempre a la sombra de Arafat mientras construía una red de poderosos contactos entre líderes árabes y miembros de los servicios de inteligencia que le permitió escalar rápidamente hasta puestos de responsabilidad dentro de la OLP.
En 2003 fue el primero en ocupar el recientemente creado cargo de primer ministro de Palestina, cuando Arafat se vio obligado a crear ese puesto debido a las presiones de la comunidad internacional. Sin embargo, las diferencias por el control de los servicios de seguridad que mantuvo con el entonces presidente del país le hicieron dimitir a los cuatro meses siendo sucedido por Ahmed Qurei.
Después del fallecimiento de Arafat en 2004, Mahmoud Abass ascendió a la presidencia del país tras ganar unas elecciones generales. Su mandato expiró oficialmente el 9 de enero de 2009 por lo que el grupo islámico extremista Hamás, con quien Abass ha tenido sonoros enfrentamientos, considera ilegítima su permanencia en el poder. Sin embargo, y a falta de una estabilidad en Palestina que permita celebrar unas elecciones libres y equitativas, Abass seguirá siendo el presidente oficial del país, de momento, sin fecha de salida.