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PASADO DE PUNTILLAS

 

El conflicto Palestino Israelí no tiene visos de solucionarse a pesar de los intentos, más o menos contundentes, de ambas partes y de la comunidad internacional.

 

Mientras Israel siga dominando impunemente a Palestina, éstos serán siempre un pueblo débil, oprimido. Israel no va a renunciar sin motivos a su superioridad y Palestina, tras años de guerra contra un ejército más poderoso que les ha menguado económica y anímicamente poco puede hacer en solitario para recuperar el terreno perdido.

Sin embargo, el conflicto continúa y el goteo de víctimas civiles es incesante. Dada la necesidad de poner freno a esta barbarie es necesario ahora más que nunca que la comunidad internacional ponga en marcha acciones efectivas para frenar los abusos y las ilegalidades de uno y otro bando.

Hasta ahora se ha lavado las manos, haciendo oídos sordos a las peticiones de los más indefensos y sin hacer apenas nada para evitar una guerra, un deber que debería estar el número uno de la lista de prioridades.

Estados Unidos tiene motivos interesados para apoyar a Israel y cómo en el dicho popular, se podría decir que los árboles no le dejan ver el bosque. En Oriente Medio se están perdiendo diariamente vidas humanas además de enraizarse el odio entre dos pueblos que pueden y deben convivir en paz. Estados Unidos, como primera potencia mundial debe dejar de lado sus intereses y velar por el bien común, un bien que pasa por una paz permanente y por uso acuerdos que garanticen la igualdad de palestinos e israelíes. No es posible que en pleno siglo XXI, los palestinos sean ciudadanos de segunda en su propio territorio como ya lo fueron los negros en la época del apartheid.

Precisamente, por esta historia de desigualdad que comparten los Estados Unidos y Palestina, el gigante americano debe hacer todo lo posible por hacer que termine lo antes posible. Nadie mejor que los estadounidenses sabe el daño que hacen décadas de desigualdad y xenofobia, heridas tan profundas tanto en el corazón de los opresores como en el de los oprimidos que, casi medio siglo después del asesinato de Martin Luther King, aún están cicatrizando.

Tampoco las Naciones Unidas pueden quedarse al margen. Que una asociación cuyo fin último es defender los derechos humanos contemple este conflicto sin realizar ninguna acción contundente es vergonzoso y humilla aún más a aquellos que solicitan su ayuda. Las Naciones Unidas no son omnipotentes y requieren del apoyo de muchos países para realizar alguna acción pero el hecho de que ni siquiera levante la voz para llamar la atención sobre este drama es imperdonable.

Es evidente, no sólo para mí sino para la mayoría de la población, que la comunidad internacional, España incluida, no ha hecho ni una décima parte de lo que deberían para frenar una guerra que afecta a miles de personas. A graves y acuciantes que sean los problemas internos que todos estos países tienen que afrontar, nada puede igualarse en gravedad a la pérdida de vidas humanas que se deriva de un conflicto de estas características.

 

Tan sólo queda preguntarse ¿a qué están esperado?

Para entender los hechos que acontecen hoy en día, es necesario echar la vista atrás. Y si todos hacemos eso, seremos capaces de comprender o al menos de intentarlo, porqué hoy en día existen conflictos como puede ser el que sufre Israel y Palestina.

 

Vamos a trasladarnos a más de sesenta años atrás, mas o menos, al año 1949. Líbano, Siria, Jordania, Irak y Egipto declararon la guerra al recién creado Estado de Israel. Tras meses de luchas continuas, más de un millón de palestinos acabaron como refugiados en Gaza, quedando bajo control egipcio entre 1948 y 1967, hasta que Israel en la Guerra de los seis días la invadió.

En el año 2005, el gobierno hebreo anunció el paso inicial como el final de la ocupación, sin embargo, en la práctica a pesar de sacar del territorio a las tropas y colonos, aún controla la mayoría de las fronteras de Gaza, las aguas territoriales y el espacio aéreo.

La mayoría de la franja depende de la ayuda internacional para sobrevivir debido al bloqueo israelí que lleva a cabo, haciendo que la sociedad retroceda. Esto sumado a los continuos ataques por parte de ambos ha provocado la destrucción de gran parte del territorio.

Pero un nuevo acontecimiento desató el conflicto de nuevo con el asesinato del jefe militar de Hamás, Ahmed Jabari, ya que se le consideraba como responsable de las actividades terroristas contra Israel por parte de Gaza.Este hecho marcó el principio de la ofensiva, sin embargo fue continuado por el lanzamiento de cientos de cohetes desde la frontera por parte de milicias palestinas que provocó la respuesta de Israel.

 

A pesar de que el gobierno israelí niega tener interés en iniciar una guerra, es una realidad que tras décadas de negociaciones, el objetivo de encontrar una solución al conflicto se encuentra cada vez más lejana, motivada por la expansión de los asentamientos ilegales por parte de los judíos. Convirtiéndose en el obstáculo central en el horizonte de un posible arreglo político en un conflicto que va a un ritmo acelerado.

PARA ENTENDER EL CONFLICTO

El sangrante conflicto que tiene lugar en Israel y Palestina parece no tener fin, y es que después de decenas de diálogos entre los dos países parece que ninguna medida satisface a los dos bandos y siempre vuelven a las andadas (y a las armas, huelga decir).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los que sufren, por supuesto, no son ni políticos ni aquellos que se reúnen en las mesas para hablar. No, los que mueren bajo las detonaciones no son los que se sientan en esas mesas a hablar, si no que son los que tienen que vivir y trabajar apartando los escombros que dejan las bombas.

Mientras todo esto sucede, la comunidad internacional mete baza, aunque de forma discreta. Los países hablan de lo bien que les iría a Israel y Palestina si acabasen con el conflicto, pero ¿qué hacer? Mejor dejarlos a su suerte a ver qué pasa, y ya si eso se pronuncia un discurso cargado de buenas intenciones en alguna cumbre por la paz diciendo que las armas son malas, la convivencia es buena y ellos van por el mal camino. No soluciona mucho, o mejor dicho nada, pero los países no involucrados se quedan con la conciencia mucho más tranquila. Al fin y al cabo están intentando mediar, ¿no?

Pero hay una excepción: Estados Unidos. Ese paladín de la justicia, salvador de los indefensos, protector de los más débiles... y juez y verdugo todo en uno.Ahora mismo Kerry actúa como un profesor que ya está harto de sus alumnos, así que ha optado por reprender y amenazar a los dos países. El secretario de Estado de EEUU dice que su país no tiene tiempo ilimitado para estar con estas “tonterías”, que hacen las paces o se quedan sin recreo. O lo que es lo mismo, o hacéis las paces o os planto a mis soldados aquí.

 

Por el momento ni amenazas ni advertencias sutiles. La situación sigue igual a la espera de que los dos países se den cuenta de sus errores y propongan una solución real. Pero parece que hay conflicto para largo.

ISRAEL, PALESTINA Y EL CAPITÁN AMÉRICA

La conferencia de Annapolis es una conferencia de paz para el Oriente Medio que tuvo lugar en Maryland, EEUU. El tema era la solución de dos Estados en acuerdo para resolver el conflicto israelí-palestino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el Noviembre de 2007, Israel y la Autoridades Palestinas Abu Mazen y Salam Fayyad comenzaron un recorrido hacia la paz con la supervisión de EEUU en Annapolis. Las tratativas ya desde el comienzo encontraron problemas sobre todo hacia el lado de Israel que no quería discutir los temas claves del conflicto: el estatus de Jerusalén y el de los prófugos palestinos.

 

Las concesiones israelís se limitaron a la liberación de algunos detenidos con la condición de que habrían tenido que renunciar a la lucha armada. Lo que se estableció en los discursos de Annapolis era dar vida al Estado palestino antes de que se acabase 2008.

 

Justamente en 2008 el premier israelí Olmert tiene problemas judiciarios que conllevan a que Tzipi Livni tomase el control de patido (el kadima). Esta confusión hace si que no se respetasen los pactos establecidos y aquí seguimos, esperando que Livni y Netanyahu puedan llegar a un acuerdo que ahorraría la vida de muchos inocentes.

“FOCUS ANNAPOLIS"

Analizando el conflicto palestino-israelí, después de haber escuchado el conflicto contado de 100 maneras, oyendo las opiniones de profesores, expertos, incluso de los propios embajadores, he llegado a la conclusión de que la mayoría de ellos opinan, creen o dejan caer que hay un bando malo y otro no tan malo. El bando malo sin duda es el Israelí.

 

Es cierto que si tratamos el conflicto de una manera superficial, nos damos cuenta de los abusos que los israelís están cometiendo sobre el pueblo palestino. Netanyahu no busca una negociación, más bien busca salirse con la suya sin hacer demasiado ruido, para que potencias como Estados Unidos(que tienen un sospechoso interés en la solución del conflicto) no vean que son los “tan malos”. Puede que desde esta posición y viendo al pueblo palestino sometido y encerrado por culpa de los muros, que han levantado los judíos, que incomunican unas zonas de otras, lleguemos a la conclusión de que puede que haya buenos y malos.

Desde luego lo que no me cabe duda, desde un punto de vista de derechos humanos es que Netanyahu y su panda se están pasando por el forro a los millones de ciudadanos palestinos que lo único que quieren es vivir en paz en un territorio donde se han criado, donde han crecido y donde han creado una vida. Nadie tiene derecho a levantar y sacar de sus casas a estos ciudadanos y menos con violencia, abusos y una autoridad que nadie les ha otorgado.

Personalmente creo que en este caso los Israelitas se han ganado la categorización de malos día a día. Pero si puedo echar un cable y después de haberme cebado contra ellos, tengo que decir, que entre varias de mis reflexiones sobre este conflicto y siendo la más fuerte la de apoyo a los palestinos creo; que ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos. Los israelitas al igual que todos los grupos, países, minorías, asociaciones, gremios etc, tiene que luchar por sus derechos, en este caso merecen tener un lugar donde poder vivir, pero no a costa de los palestinos ni violando los derechos humanos.

 

Por eso me pregunto quién está en derecho de ceder territorios, de decidir quien ocupa un territorio u otro… Los ingleses después de la primera guerra mundial decidieron hacer un reparto de estos pueblos y ahora los problemas y los que sufren estas decisiones, están ahí, luchando por sus intereses a golpe de bala. Mientras tanto Estados Unidos, la Unión Europea y cuatro más insisten en la paz, desde lejos y siempre que no salga “yo” perdiendo.

LOS MALOS Y  LOS NO TAN MALOS

Aún cuando la opinión social apoya a Palestina en muchos casos, España es uno de ellos, las cifras dicen otra cosa, y es que gobiernos importantes están detrás de la financiación a Israel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya en 1948 los Estados Unidos se convirtieron en el primer país en reconocer de facto del Estado de Israel, a penas 11 minutos después de que esta se declarara una nación independiente.

Aproximadamente 3,000 millones de dólares al año es la cantidad que EEUU aporta a Israel, además de su incondicional apoyo político, que viniendo de la mayor potencia mundial, es mucho decir.

Este apoyo no es nuevo, ya que en la década de los 60 el presidente Kennedy autorizó una venta de armas a Israel. En el momento no fue una gran noticia, ya que todos estaban más preocupados por contrarrestar las ventas de armas de la unión Soviética. En ese momento comienza la influencia del país norteamericano sobre Oriente Medio. Las ganancias que consiguió fue un bien nada despreciable.

 

Pero el verdadero momento de unión fue tras la guerra de los Seis Días, cuando EEUU vió el despliegue y victoria de Israel contra Jordania, Siria y Egipto y decidió que el país era un bien que no se podía permitir perder. No hay secretos que valgan, y más cuando ya en la época de Reagan su secretario de Estado dijo que Israel era "es el portaaviones americano más grande del mundo". Alexander Haig estuvo acertado con las palabras, ya que al fin y al cabo ese gran aparato “americano” no se puede hundir y no lleva ni un solo soldado de EEUU.

CUANDO PALESTINA SE VIO SOLA

ANTE EL MUNDO

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PACTOS INCUMPLIDOS

El apartheid, como indicado por la RAE, es un termino utilizado por definir una segregación racial, especialmente la establecida en la República de Sudáfrica por la minoría blanca. Hoy día el mundo blanco y el negro reconoce que la apartheid no tiene futuro. Eso debido al movimiento de las masas determinadas en convivir en paz y seguridad, determinación que, inevitablemente llevaba a la estabilización de una democracia.

 

 

 

Entonces ¿qué es lo que falla en el mundo Israelí? 

El conflicto isrealí-paelestino siempre se ha vendido como un enfrentamiento religioso. Lo que me hace decir que no se trata solo de eso es lo que surge al pueblo ocupado después de una ocupación militar. La intervención de Israel hace si que la lucha se haga por la libertad la igualdad y la independencia. 

 

¿Por qué no se puede convivir?

Lo que hace pensar que Israel no pensase en un Estado si no en una separación es la capacidad de preservar los valores judíos en un Estado judío. Valores transmitidos sobre todo gracias a una mentalidad nacionalista dada por el sionismo. Mentalidad que ha determinado la creación del Estado de Israel moderno, donde los palestinos no pueden circular en las mismas calles de los judíos, no pueden entrar en determinadas zonas y se ven controlados también los yacimientos de agua, bien fundamental en una tierra árida como la palestina.

 

¿Se puede hablar de apartheid?

El Estado palestino no puede ser un subproducto del estado judío solo porqué Israel quiera mantener la pureza judía. La discriminación racial israelí es la vida cotidiana para la mayoría de los palestinos. La historia nos enseña la crueldad que acompaña el deseo de supremacía racial y los judíos son los que, en el pasado, más han sufrido esa situación. Pero desde el momento que Israel es un estado judío y los judíos gozan de derechos especiales inalcanzables por los no judíos, parece haber vuelto en el pasado con protagonistas diferentes. Los palestinos son claramente indiscriminados y no tienen sitio en el Estado judío.

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